El trabajo social es una disciplina académica y profesional comprometida con la promoción del cambio social, la justicia social y el bienestar de las personas y comunidades a través de la intervención social y el fortalecimiento de las redes de apoyo. En este sentido, el objetivo de la presente investigación fue proporcionar una visión profunda y exhaustiva sobre la disciplina del trabajo social y su papel fundamental en la intervención contra la violencia de género. Para lograrlo, se empleó un enfoque cualitativo a través de una investigación documental. Los resultados obtenidos destacan la importancia del trabajador social como mediador en situaciones de violencia de género. Se evidencia que su intervención es crucial para brindar apoyo, asesoramiento y recursos a las personas afectadas, así como para promover la conciencia y la sensibilización sobre esta problemática en la sociedad. La investigación concluye que si bien los desafíos y retos en esta intervención son significativos, no son inalcanzables. De hecho, es en este contexto donde el trabajo social demuestra su potencial real y significativo para generar un cambio positivo y duradero en la erradicación de la violencia de género.
Social work is an academic and professional discipline committed to promoting social change, social justice, and the well-being of people and communities through social intervention and strengthening support networks. In this sense, the objective of this research was to provide a deep and exhaustive vision of the discipline of social work and its fundamental role in intervention against gender violence. To achieve this, a qualitative approach was used through documentary research. The results obtained highlight the importance of the social worker as a mediator in situations of gender violence. It is evident that their intervention is crucial to provide support, advice and resources to affected people, as well as to promote awareness and sensitization about this problem in society. The research concludes that although the challenges in this intervention are significant, they are not unattainable. In fact, it is in this context that social work demonstrates its real and significant potential to generate positive and lasting change in the eradication of gender violence.