Criterio. Revista Multidisciplinaria Volumen 4 | No. 6 | Abril - septiembre 2024

https:// revistacriterio.org

ISSN: 3006-2586 / ISSN-L: 3006-2586

http://doi.org/10.62319/criterio.v.4i6.27

Páginas 48 - 58

 

 

 

La disciplina de trabajo social y su intervención en la violencia de genero

 

The discipline of social work and its intervention in gender violence

 

 

Marilia Rosario Torrez Luizaga

mariliatorrez@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-7306-4828

Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba, Bolivia

 

Artículo recibido 15 de septiembre de 2023 / Arbitrado 28 de septiembre de 2023 / Aceptado 12 diciembre 2024 / Publicado 01 de abril de 2024

 

 

RESUMEN

El trabajo social es una disciplina académica y profesional comprometida con la promoción del cambio social, la justicia social y el bienestar de las personas y comunidades a través de la intervención social y el fortalecimiento de las redes de apoyo. En este sentido, el objetivo de la presente investigación fue proporcionar una visión profunda y exhaustiva sobre la disciplina del trabajo social y su papel fundamental en la intervención contra la violencia de género. Para lograrlo, se empleó un enfoque cualitativo a través de una investigación documental. Los resultados obtenidos destacan la importancia del trabajador social como mediador en situaciones de violencia de género. Se evidencia que su intervención es crucial para brindar apoyo, asesoramiento y recursos a las personas afectadas, así como para promover la conciencia y la sensibilización sobre esta problemática en la sociedad. La investigación concluye que si bien los desafíos y retos en esta intervención son significativos, no son inalcanzables. De hecho, es en este contexto donde el trabajo social demuestra su potencial real y significativo para generar un cambio positivo y duradero en la erradicación de la violencia de género.

 

Palabras clave: Trabajo social; violencia de género; mediador; prevención; enfoque integral

 

ABSTRACT

Social work is an academic and professional discipline committed to promoting social change, social justice, and the well-being of people and communities through social intervention and strengthening support networks. In this sense, the objective of this research was to provide a deep and exhaustive vision of the discipline of social work and its fundamental role in intervention against gender violence. To achieve this, a qualitative approach was used through documentary research. The results obtained highlight the importance of the social worker as a mediator in situations of gender violence. It is evident that their intervention is crucial to provide support, advice and resources to affected people, as well as to promote awareness and sensitization about this problem in society. The research concludes that although the challenges in this intervention are significant, they are not unattainable. In fact, it is in this context that social work demonstrates its real and significant potential to generate positive and lasting change in the eradication of gender violence.

 

Keyword: Social work; gender violence; mediator; prevention; integral approach

 

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, la violencia de género, se ha constituido en un fenómeno social relevante que se desarrolla con bastante frecuencia en las relaciones de parejas que tienen convivencia por matrimonio o unión libre, la misma que ha sido estudiada desde diferentes perspectivas, sin embargo, la violencia en las relaciones de noviazgo también se constituye en un problema social importante que afecta significativamente a los jóvenes. Una problemática que está muy allegada a la intervención de la disciplina y profesión de Trabajo Social, la misma que orienta su accionar al diseño de políticas y programas de atención y prevención de problemas sociales que afectan negativamente en el logro del bienestar social de las personas, los grupos y las comunidades. En la actualidad uno de los grandes desafíos que enfrenta el trabajador social en su labor profesional es el problema de la violencia de género en las relaciones de pareja que en los últimos años se ha incrementado considerablemente con consecuencias dramáticas que afectan especialmente al conjunto familiar.

La disciplina de trabajo social se define como una profesión orientada a promover el cambio social y la transformación de las estructuras que afectan a las relaciones humanas, con el objetivo de alcanzar una sociedad más justa y equitativa. Además, se enfoca en la resolución de problemas que surgen en dichas relaciones y en el fortalecimiento y liberación de las personas para mejorar su bienestar integral. El trabajo social se basa en teorías y principios éticos fundamentales que guían su práctica, como la justicia social, la equidad, el respeto a la diversidad, la solidaridad y la promoción del desarrollo humano sostenible. Estos principios son fundamentales para la comprensión y abordaje de las situaciones sociales complejas y desafiantes. (Lillo y Roselló, 2023)

Los trabajadores sociales utilizan diversos métodos de intervención para abordar los desafíos y problemas sociales que afectan a las personas, los grupos y las comunidades. Entre estos métodos se encuentran la entrevista en profundidad, el análisis y seguimiento de casos, el trabajo en red, la mediación y la planificación de intervenciones integrales. Estas herramientas les permiten comprender las necesidades y demandas de los individuos y colectivos, y diseñar estrategias y planes de acción efectivos. El objetivo principal del trabajo social es mejorar la calidad de vida de las personas y promover la justicia social. Para lograr este propósito, los trabajadores sociales trabajan de manera colaborativa y participativa con las personas y comunidades, fomentando su empoderamiento y promoviendo la igualdad de oportunidades y el acceso a los recursos necesarios para el bienestar y el desarrollo pleno de todas las personas. (de Romero, 2022)

En resumen, el trabajo social es una disciplina comprometida con el cambio social y la promoción del bienestar de las personas. Se basa en principios éticos y utiliza diversas metodologías de intervención para abordar los desafíos sociales y promover la justicia social. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas y fortalecer su capacidad para participar activamente en la vida social, política y económica de sus comunidades.(Castrillón Agudelo y Martínez González, 2023)

El presente artículo, tiene como objetivo establecer una estructura conceptual orientada a comprender y contextualizar los fundamentos de la disciplina de trabajo social que se constituirá en un referente metodológico para el análisis y planteamiento de estrategias de intervención profesional en las diferentes áreas y específicamente en la problemática de la violencia de género, constituido en un tema complejo que la sociedad demanda alternativas de solución.

Por lo antes expuesto, el articulo tiene como objetivo brindar una visión general profunda y exhaustiva sobre la disciplina de trabajo social y su destacada e imprescindible intervención en la violencia de género. Se hará una definición completa y precisa de qué es el trabajo social, resaltando su trascendental importancia en el enfoque y abordaje efectivo de esta problemática tan relevante. Además, se presentarán de manera minuciosa y detallada los principales conceptos, teorías y contextos relacionados con la violencia de género, con el fin de lograr una comprensión completa y abarcadora.

En este sentido, se realizará un enfático énfasis en la imperiosa necesidad de entender y analizar minuciosamente cómo el trabajo social enfoca y aborda de manera ética y profesional esta problemática social, considerando las complejidades y diversidades que la misma presenta. Asimismo, se examinarán con profundidad los diferentes métodos de intervención aplicados en esta disciplina, destacando su eficacia, pertinencia y relevancia en la transformación y prevención de la violencia de género.

Por último, se dedicará especial atención a los retos y desafíos que existen en la intervención de la violencia de género desde el ámbito del trabajo social, subrayando la importancia de continuar fortaleciendo y mejorando los enfoques, estrategias, programas y políticas públicas para hacer frente a esta problemática en constante evolución. Se abordarán las áreas de mejora y los posibles caminos para lograr una mayor eficacia en la intervención y un mayor impacto en la promoción de la igualdad de género y en la erradicación de la violencia contra las mujeres.

 

MÉTODO

Dado la naturaleza del tema, el método que se aplicó para la elaboración del presente artículo, se establece en la consulta directa a fuentes bibliográficas disponibles en diferentes textos como revistas científicas, investigaciones y otras publicaciones relacionadas con el tema de la intervención del Trabajo Social en la violencia de genero.

En el proceso se logró explorar, analizar, comprender y sistematizar aspectos complejos, que permitirán guiar la investigación hacia el objetivo propuesto con una base sólida de conocimiento. Dando lugar a la generación de un marco teórico conceptual y referencial en relación a los elementos fundamentales de la disciplina de Trabajo Social, en los que se constituyen los procesos de intervención en los diferentes ámbitos. Orientado al planteamiento de dimensiones pertinentes para el análisis del objeto de investigación establecido en la violencia de género en las relaciones de noviazgo.

 

RESULTADOS

Trabajo Social una profesión y disciplina

Trabajo Social como profesión se establece como un sistema relacional de teoría y práctica en forma dialéctica y bidireccional (Gramsci, 1970), lo que hace que sea la única disciplina de las ciencias sociales, que tienen las tres fases de la ciencia: La Fase Básica, establecida en la realización de un diagnóstico exploratorio, descriptivo y analítico en base a la investigación, de los fenómeno socioculturales, relacionados a su ámbito de intervención (Individual, familiar, grupal y comunitario). La Fase Experimental, en la que se establecen planteamientos de soluciones a problemas socioculturales. Por último, la Fase Aplicada, que es la ejecución y aplicación, lo que hace que se considere en una ciencia aplicada. Esa situación permite que el Trabajo Social asuma la responsabilidad de intervenir directamente en la realidad, haciendo ciencia desde lo inductivo y empírico.

Así mismo la disciplina de Trabajo Social por su naturaleza, se constituye en una praxis social, cuya intervención se desarrolla en contacto directo con la realidad social. Lo que le permite desarrollar acciones científicas en base a conocimientos, actitudes y habilidades acreditadas, con un grado de reconocimiento social, de institucionalización, de reglamentación y licencias para el ejercicio (Kisnerman, 1973). Lo que hace que se constituya en una disciplina y una profesión que tiene el propósito de coadyuvar al logro de una mejor calidad de vida de las personas. Por lo que la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS), definen la profesión Trabajo Social, como:

“Una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el empoderamiento y la liberación de las personas. Los principios de justicia social, derechos humanos, responsabilidad colectiva y respeto por la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Con el respaldo de las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a personas y estructuras para abordar los desafíos de la vida y mejorar el bienestar” (FITS, 2014).

 

Objetivos del Trabajo Social.

Los objetivos del Trabajo Social, en la actualidad se orientan al desarrollo integral de las personas, grupos y comunidades, buscando coadyuvar en el logro de una mejor calidad de vida, su más plena realización y desarrollo en todos los ámbitos de su vida. Orientado a la construcción de una sociedad justa y equitativa.

Bajo ese lineamiento, los objetivos se constituyen en los fundamentos que guían los procesos de intervención profesional, bajo el mandato filosófico de superar los problemas sociales que no permiten alcanzar una mejor calidad de vida a las personas. Como manifiesta Pardo (2014) “desde sus referentes conceptuales posibilitan la propuesta de incorporar la cultura a través de la orientación, organización y movilización de los sectores sociales para promover la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano” (pp.137-138).

 

El objeto del Trabajo Social

Según Castro (2014), el objeto de Trabajo Social “No son los problemas y necesidades sociales en forma aislada de estos sujetos sociales, sino en el marco de cotidianidad donde se desenvuelven estos problemas y necesidades en los sujetos sociales; es decir el entorno, social, económico, político, cultural y ambiental en donde surgen estos problemas que tienen los sujetos” (p.20). Constituyéndose concretamente en diferentes problemas sociales, que demanda atención profesional. A su vez Escalada (1986), hace referencia a que el objeto de una disciplina es el equivalente teórico de una necesidad, que se hace objetiva en una realidad, a través de la demanda de respuestas que logren su satisfacción a través de acciones específicas; lo que amerita un conocimiento de esa necesidad para determinar las pautas para una intervención profesional.

Específicamente, el objeto del Trabajo Social se constituye en el elemento básico, para el diseño de las estrategias de intervención, orientadas a lograr cambios en un área social determinado. Como mencionan Bourdieu, et.al. (2002) el objeto real es aprehendido por la percepción, mientras que el objeto de la ciencia es construido contra la ilusión del saber inmediato. En tal sentido para el desarrollo del Trabajo Social como disciplina es necesario construir su objeto superando su noción común de problema social, formado a través de una sola práctica. Esto implica en cierta forma una ruptura con lo real percibido y con sus relaciones aparentes, para buscar las relaciones objetivas y las causas profundas que expliquen la vida social y que escapen a la percepción y a la conciencia (Martínez y Torrecilla, s/f).

Rozas (1996), al igual que los otros autores, hace referencia a que el objeto de intervención se establece a partir de la reproducción de la vida social de los sujetos, en base a una serie de carencias y necesidades que pueden ser canalizadas a través de diferentes instituciones según la naturaleza de la necesidad para ser canalizadas o no. Por su parte, Aquín (1995) define el objeto de intervención, como la definición teórica de una situación interpretada socialmente como problema, susceptible de ser modificada a través de la acción profesional del Trabajo Social.

Lo que deja claramente establecido que el Trabajo Social como disciplina y profesión de las ciencias sociales asume la responsabilidad de intervenir en el ámbito de la cuestión social, establecido según Spalding (2004), como las manifestaciones de las desigualdades económicas políticas y culturales, así como los antagonismos de clase, raciales o regionales de significación estructural. Estos se manifiestan en múltiples necesidades, que tienen origen en las relaciones sociales que se establecen en el contexto social, económico y cultural. Así mismo, Martínez y Torrecilla (S/F), refieren que definir el objeto de intervención lleva a una “construcción” teórica que resignifica una situación problema, siendo siempre provisoria, lo que genera incertidumbre.

 

Ética en el Trabajo Social

La ética en el Trabajo Social, se constituye en un elemento fundamental en el proceso de intervención. Malagon (2003) justifica la participación e intromisión del profesional en la vida privaba de los usuarios, respaldado en el objeto de buscar cambios y respuesta a las carencias, realzando en primera instancia la dignidad humana. Lo que deja establecido que la intervención del Trabajo Social como profesión y disciplina de las ciencias sociales, se encuentra sustentado en valores filosóficos y principios éticos de los derechos humanos, la dignidad, el respeto, la autodeterminación, la justicia social, la igualdad de oportunidades y la participación, que se encuentra establecido en el Código de Ética Internacional del Trabajo Social, bajo los cuales se sustenta el accionar profesional. Dejando establecido que la ética es “una rama del conocimiento filosófico que trata de determinar que conductas humanas conducen al bien individual y social” (De Robertis, 2003, p.13)

Por su parte, Iturrieta y Lizana (2009), sostienen que la ética se constituye en un ejercicio crítico que implica la denuncia y enjuiciamiento de las condiciones presentes y la apertura de horizontes para posibles transformaciones. Así mismo, se relaciona con la responsabilidad profesional con las organizaciones, la sociedad y otros profesionales (Barranco, 1996).

En ese sentido, la ética se instituye en un elemento fundamental en el proceso de intervención del Trabajo Social, al establecerse en la guía para la toma de decisiones en base a los valores y principios, que la sustentan la profesión.

 

Sectores de intervención.

Los mismos constituido en grupos de personas que se encuentran en situación de desventaja social y económica, como consecuencia de diferentes factores, como la pobreza, dificultad para enfrentar cambios, lo que les pone en situaciones de vulnerabilidad. Entre los cuales se encuentran:

                                       Los niños, que puede encontrarse en situación de vulnerabilidad al ser afectados sus derechos.

                                       Los adolescentes, por los inminentes riesgos a los que se ven enfrentados en la sociedad.

                                       Las mujeres, al enfrentar violencia y discriminación social.

                                       Los adultos mayores, constituidos en grupos vulnerables, al enfrentar abandono y discriminación familiar y social, que vulneran sus derechos humanos.

                                       Población con discapacidad, que son segregados de todos los ámbitos de la sociedad.

                                       Pueblos indígenas, que se ven enfrentados a una falta de respeto y la vigencia de los derechos

humanos y otros.

 

El trabajo social y su enfoque en la violencia de género

El trabajo social juega un papel fundamental y es de vital importancia en la intervención de la violencia de género, ya que se centra en abordar y prevenir de manera integral y holística esta problemática social tan grave y dañina desde una perspectiva multidisciplinar y contextualizada. Es decir, no se limita únicamente a atender a las víctimas, sino que también se ocupa de trabajar con los agresores, buscando transformar sus conductas violentas y fomentar una cultura de respeto, igualdad y equidad de género en todos los ámbitos de la sociedad (Porras Rojas, 2022).

Según Gallo de Castro (2023) los trabajadores y trabajadoras sociales están profesionalmente capacitados y formados para identificar, evaluar y intervenir en situaciones de violencia de género de manera ética, sensible y respetuosa, brindando apoyo y atención integral a las víctimas, incluyendo aspectos físicos, psicológicos, emocionales y sociales. También se enfocan en empoderar a las víctimas para que puedan salir de situaciones de violencia y reconstruir sus vidas de manera segura y autónoma, ofreciendo herramientas y recursos necesarios para su proceso de recuperación.

Además, los trabajadores sociales trabajan en estrecha colaboración con otros profesionales y organizaciones, tanto del ámbito público como del privado, para implementar estrategias de prevención efectivas y políticas públicas encaminadas a erradicar la violencia de género. Esto implica la coordinación interinstitucional y el trabajo en red, para abordar de manera integral esta problemática desde diferentes perspectivas y niveles de intervención.

Para Soto, (2023) el enfoque del trabajo social en la violencia de género se fundamenta en un marco legal y ético que garantiza el respeto a los derechos humanos, la igualdad de género y la no discriminación. Es por ello que los trabajadores sociales se preocupan por mantenerse actualizados y en constante formación, participando en investigaciones y estudios que permiten identificar retos y desafíos en la intervención, así como buenas prácticas y estrategias exitosas para su abordaje.

Finalmente, Hernández (2022) señala que la investigación en trabajo social y violencia de género es fundamental para sustentar y respaldar las intervenciones y políticas públicas en esta area, generando conocimiento científico y evidencia empírica que permita mejorar y fortalecer las prácticas profesionales y la respuesta institucional a esta problemática. De esta manera, se busca lograr una efectiva transformación de las dinámicas de género basadas en la desigualdad y la violencia, y finalmente, erradicar la violencia de género en todas sus formas, promoviendo una sociedad más justa, equitativa y libre de violencia para todas las personas.

 

Métodos de intervención en trabajo social

Para Milanovich (2023) los métodos de intervención en trabajo social para abordar la violencia de género se basan en enfoques multidisciplinarios y holísticos que buscan promover el bienestar y la seguridad de las víctimas. Uno de los métodos más comunes y efectivos es el trabajo en red, donde se establecen colaboraciones estratégicas entre diferentes profesionales y organizaciones con el objetivo de brindar una respuesta integral y coordinada a las víctimas.

Además de esto, se emplean estrategias de intervención individualizadas que permiten evaluar y diagnosticar cada caso específico, para así desarrollar un plan de apoyo personalizado y adaptado a las necesidades particulares de cada víctima. Estas estrategias tienen como finalidad principal proporcionar un espacio seguro y confidencial donde las víctimas puedan expresarse libremente, recibir apoyo emocional y aprender habilidades para afrontar la violencia de género.

Asimismo, se promueven métodos grupales como los grupos de apoyo y empoderamiento, que brindan un espacio de encuentro y solidaridad para las mujeres que han sufrido violencia de género. Estos grupos facilitan la creación de redes de apoyo mutuo, permiten compartir experiencias y conocimientos, y ofrecen orientación en temas de seguridad, derechos y recursos disponibles (Rifo Herrera, 2023).

Otro enfoque de vital importancia es la prevención primaria, Cruz Sandoval y Hernández Molina (2021), indica que tiene como objetivo prevenir la violencia de género desde sus raíces a través de la sensibilización y educación en género. Esto implica impartir formación desde edades tempranas, promoviendo valores de igualdad, respeto y empatía, para así contribuir a la construcción de relaciones saludables y libres de violencia en el futuro.

También se implementan técnicas de intervención comunitaria, donde se busca involucrar a la población en general para modificar normas y actitudes que perpetúan la violencia de género. Esto implica trabajar con líderes comunitarios, organizaciones locales y otros agentes clave para promover cambios sociales y culturales que favorezcan la igualdad de género y la erradicación de la violencia. (Gayone y González, 2023).

 

Identificación y evaluación de situaciones de violencia de género

La identificación y evaluación de situaciones de violencia de género es un aspecto fundamental y de suma importancia en el trabajo social. Para lograr esto, se precisan utilizar herramientas y metodologías específicas que permitan detectar y analizar los casos de violencia de género de manera precisa, objetiva y completa. Es de vital importancia realizar una valoración exhaustiva de la situación, prestando atención a una amplia gama de indicadores que nos ayuden a comprender en su totalidad la complejidad de estas situaciones. Estos indicadores incluyen aspectos como el control y la dominación de una persona sobre otra, el miedo y la intimidación constantes, la desvalorización y el menosprecio sistemático, entre otros igualmente relevantes (Kumbrían et al.2020).

Además, es esencial realizar una evaluación detallada del nivel de riesgo y gravedad de la violencia, con el objetivo de determinar las medidas de intervención más adecuadas y efectivas para cada caso específico. En este proceso tan crucial, es fundamental tener en cuenta diversos factores y circunstancias que pueden influir en la situación, tales como la respuesta y reacción de la víctima, la presencia de menores o personas dependientes que puedan estar afectadas, el acceso a recursos y redes de apoyo, y el contexto socioeconómico y cultural en el cual se desarrolla la violencia (Martínez Suarez et al.2021).

La identificación y evaluación precisa de las situaciones de violencia de género nos permitirá brindar una intervención efectiva y adecuada a las necesidades específicas de las víctimas involucradas, con el objetivo principal de promover su seguridad, bienestar y recuperación integral. Nuestra responsabilidad como profesionales del trabajo social es estar plenamente comprometidos en este proceso, poniendo énfasis en la empatía, la escucha activa y el respeto hacia las personas afectadas. Solo a través de una comprensión profunda y una evaluación minuciosa de cada caso individual, podremos brindar el apoyo y la asistencia necesaria para superar estas difíciles situaciones de violencia de género (Bueno et al., 2021)

 

Prevención de la violencia de género

La prevención de la violencia de género es una cuestión de suma importancia en el ámbito del trabajo social debido a sus consecuencias devastadoras y su impacto en la sociedad en general. Para poder hacer frente a este grave problema, es necesario llevar a cabo una serie de acciones educativas y de concienciación dirigidas tanto a la sociedad en su conjunto como a grupos específicos dentro de la misma. Estos grupos específicos incluyen a los adolescentes, los hombres y los profesionales que trabajan en diferentes áreas relacionadas (Lucas, 2022).

Estas acciones educativas y de concienciación deben centrarse en la promoción de la igualdad de género, el fomento de un trato mutuo y respetuoso entre todos los individuos, la erradicación de la violencia en todas sus formas y la construcción de relaciones saludables y libres de violencia. Es fundamental que se promueva la participación activa de la comunidad en la detección y prevención de situaciones de violencia de género, así como también se realice una capacitación constante de los profesionales que trabajan en este ámbito (Silva y Corral, 2021).

Además, es crucial implementar políticas públicas eficaces que promuevan la prevención de la violencia de género. Estas políticas deben proporcionar recursos y apoyo adecuados a las víctimas, así como también buscar la erradicación de los estereotipos de género y promover la igualdad de oportunidades para todos. Para lograr esto, se requiere el compromiso de toda la sociedad para trabajar de manera constante y multidisciplinaria en la prevención de la violencia de género. Solo a través de un enfoque conjunto y coordinado se podrá hacer frente a este grave problema y crear un futuro en el que todas las personas puedan vivir libres de violencia y en igualdad de condiciones (Malagón et al.2021).

 

Atención y apoyo a las víctimas de violencia de género

Para Sánchez Sepúlveda,(2023) el trabajo social juega un papel crucial e indispensable en la atención y apoyo a las víctimas de violencia de género. Los profesionales altamente capacitados en trabajo social brindan un espacio completamente seguro y confidencial donde las víctimas pueden expresar, sin ningún temor, todas sus experiencias y emociones que han vivido. Además, estos profesionales ofrecen un inmenso apoyo emocional, psicológico y legal a las víctimas, ayudándolas a comprender plenamente todos sus derechos y opciones disponibles a su disposición.

Además, Arias Gil (2021) expresa que los trabajadores sociales colaboran muy estrechamente con otros servicios esenciales, como los refugios para mujeres, los servicios médicos especializados y los servicios legales especializados en violencia de género. El objetivo principal es garantizar una respuesta realmente integral y completa a todas las necesidades vitales de las víctimas. Los profesionales del trabajo social también se esfuerzan activamente para proporcionar información relevante y recursos valiosos para que las víctimas puedan reconstruir sus vidas de una manera completamente segura, libre de todo tipo de violencia y totalmente empoderadora.

 

Trabajo con agresores de violencia de género

El trabajo con agresores de violencia de género es una parte fundamental e imprescindible de la intervención desde el trabajo social. Se busca abordar de manera exhaustiva y cuidadosa las conductas violentas y promover cambios significativos en quienes las ejercen, con el objetivo primordial de prevenir la repetición de estos comportamientos destructivos y promover relaciones interpersonales saludables, respetuosas y libres de violencia.

Para lograr este propósito, Gómez Pérez (2023) indica que es necesario llevar a cabo un análisis profundo y detallado de los agresores, tomando en consideración diferentes aspectos cruciales como su historia personal, patrones de comportamiento violento arraigados, creencias y actitudes sexistas arraigadas en su mente, entre otros factores determinantes. A través de programas de intervención especializados y altamente cualificados, se brinda una atención individualizada, adaptada a las necesidades específicas de cada agresor, buscando trabajar en la identificación consciente y crítica de sus propias conductas violentas, generando una profunda y sincera toma de conciencia sobre las mismas, y fomentando de manera activa el desarrollo de habilidades de comunicación no violenta, manejo saludable y respetuoso de las emociones y la resolución efectiva y pacífica de los conflictos que puedan surgir en su entorno.

Este enfoque terapéutico y de intervención busca romper de manera radical y contundente con la cultura de la violencia, erradicando sus raíces más profundas y perniciosas, y contribuir de forma activa y decidida a la construcción de relaciones basadas en la igualdad de género, el respeto inquebrantable y la promoción de los derechos humanos. Se trata de establecer un cambio profundo y duradero en la mentalidad y comportamiento de los agresores, situando en el centro de esta transformación la dignidad de las víctimas y la equidad en las relaciones interpersonales. Solo a través de una labor constante, sólida y sostenida en el tiempo, es posible avanzar hacia una sociedad más justa, libre de violencia de género y de toda forma de opresión y discriminación (Adámez Montero, 2023).

 

DISCUSIÓN

Los referentes teóricos abordados en relación a la disciplina de Trabajo Social y los elementos constitutivos de su intervención planteado por diferentes autores, abre una posibilidad importante para el desarrollo de procesos de investigación sobre diferentes problemas sociales y entre ellos el fenómeno de la violencia de genero que se encuentran vigentes en todos los ámbitos sociales. Como consecuencia, abre posibilidades para el desarrollo de procesos de intervención orientados a la prevención y atención de dicha problemática, con el objetivo de generar mejores condiciones de vida para los sujetos y colectividades que se encuentran enfrentando la violencia de género.

La investigación en trabajo social y violencia de género es fundamental para comprender y abordar de manera efectiva este fenómeno social. A través de la investigación exhaustiva y rigurosa se busca analizar en profundidad las causas estructurales y las consecuencias devastadoras de la violencia de género en todas sus formas y manifestaciones. Además, se pretende identificar y validar las mejores prácticas de intervención multidisciplinaria que nos permitan enfrentar y erradicar esta problemática de manera integral.

Los estudios en este campo, realizados Brito Rodríguez et al. (2021) brinda la oportunidad de generar conocimiento basado en evidencia empírica, lo que a su vez sirve como base fundamental para la formulación de políticas públicas y programas de prevención y atención. La investigación en trabajo social y violencia de género proporciona herramientas sólidas y fundamentadas para el diseño de estrategias orientadas a la construcción de una sociedad igualitaria, justa y libre de violencias machistas.

Además, la investigación de Oramas et al. (2022) permite conocer y visibilizar las voces de las víctimas y los agresores, dando voz a quienes han sido silenciados durante tanto tiempo. Mediante análisis en profundidad de las dinámicas y factores que perpetúan la violencia, podemos comprender de manera más completa cómo se reproduce y se naturaliza este fenómeno, permitiéndonos así implementar acciones de intervención más efectivas y sostenibles en el tiempo.

Es importante destacar que la investigación en trabajo social y violencia de género se encuentra en constante evolución, ya que las realidades sociales y culturales cambian constantemente. Por lo tanto, es necesario promover la reflexión crítica y la mejora continua de las intervenciones sociales y políticas públicas, adaptándolas a los nuevos desafíos y necesidades emergentes de la sociedad.

En resumen, la investigación en trabajo social y violencia de género desempeña un papel fundamental en la lucha contra esta problemática, proporcionándonos conocimientos sólidos y herramientas efectivas para abordarla de manera integral. Su importancia radica en su capacidad de generar cambios reales y duraderos en nuestra sociedad, construyendo un futuro más igualitario y justo para todas las personas.

 

CONCLUSIONES

En conclusión, el trabajo social desempeña un papel fundamental y de vital importancia en la intervención y combate contra la violencia de género. A lo largo de este minucioso y exhaustivo análisis, hemos examinado detalladamente la definición del trabajo social y su especial enfoque en la problemática de la violencia de género, así como los diversos y eficaces métodos de intervención que son implementados por los profesionales expertos en este campo. Además de ello, hemos abordado de manera integral la identificación y evaluación de las numerosas y variadas situaciones de violencia de género que se presentan, destacando la importancia y la necesidad imperante de prevenir y erradicar esta desafortunada forma de violencia que afecta a tantas personas. Asimismo, consideramos fundamental el brindar una adecuada y oportuna atención y apoyo a las víctimas, quienes son la parte más vulnerable en este contexto desolador.

Es crucial también, dentro de este abordaje completo, abordar el tema del trabajo con los agresores, buscando estrategias que se enfoquen tanto en la protección de las víctimas como en la rehabilitación y reeducación de los perpetradores de violencia. La coordinación interinstitucional en la intervención es otro elemento esencial que se ha analizado en profundidad, reconociendo la necesidad de involucrar y articular los esfuerzos de diferentes entidades y organismos para lograr resultados efectivos y duraderos. No podemos dejar de mencionar la importancia del marco legal y las políticas públicas, que respaldan y fortalecen la lucha contra la violencia de género. Estos instrumentos jurídicos y normativos son fundamentales para garantizar la protección de los derechos de las mujeres y la persecución de los agresores.

En cada una de estas líneas de trabajo, es imperativo tener presente los aspectos éticos que deben regir nuestras actuaciones, velando siempre por el respeto y la dignidad de las personas involucradas. Asimismo, reconocemos la necesidad ineludible de una constante formación y capacitación en esta área, para estar a la vanguardia de las mejores prácticas y mantenernos actualizados en los avances y nuevas perspectivas en la intervención contra la violencia de género. Para finalizar, queremos resaltar que los desafíos y retos a enfrentar en esta intervención son enormes, pero no inalcanzables. Es aquí donde el trabajo social muestra su potencial real y significativo para generar un cambio positivo y duradero en la erradicación de la violencia de género. Solo a través de un enfoque integral, colaborativo y sostenido, podremos construir una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencia para todas las personas, sin importar su género, permitiendo así el pleno ejercicio de sus derechos humanos y su desarrollo personal.

 

REFERENCIAS

Adámez Montero, E. (2023). Sistematización de la práctica del trabajo social desde los servicios sociales del Ayuntamiento de Valladolid. La intervención con madres, hijos e hijas, víctimas de la violencia de género.

Aquín, N. (1995). Acerca del objeto del Trabajo Social. Revista Acto social, 4(10). Universidad Nacional de Córdoba.

Arias Gil, N. E. (2021). Intervención del trabajador social frente a la violencia contra la mujer en el distrito de San Juan de Miraflores 2021. https://repositorio.uss.edu.pe/handle/20.500.12802/8990

Barranco, C. (1996). La intervención en Trabajo Social desde la calidad integrada [conferencia]. Congreso Estatal de Escuelas Universitarias de Trabajo Social. Epistemología y Metodología de Trabajo Social. Valencia, Italia. https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5592/1/ALT_12_05.pdf

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C. y Passeron, J.C. (2002). El oficio del sociólogo. Presupuestos epistemológicos. Siglo veintiuno editores. http://www.op-edu.eu/media/El_oficio_de_sociologo_ Bourdieu_Passeron.pdf

Brito Rodríguez, S., Basualto Porra, L., & Posada Lecompte, M. (2021). Femicidio y violencia de género.

Percepciones de mujeres chilenas estudiantes de educación superior. Rumbos TS, 16(25), 41-77.

Bueno, A. M., Buitrago, M. F., y Romero, D. M. C. (2021). Reflexiones feministas sobre la Intervención desde trabajo social con mujeres violentadas en Bogotá. Propuestas Críticas en Trabajo Social-Critical Proposals in Social Work, 1(2), 143-167.

Castrillón Agudelo, N. A., & Martínez González, L. M. (2023). Apuntando al trabajo con las emociones desde la formación en Trabajo Social con sujetos y familias. Trabajo social, 25(1), 169-197. http:// www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S2256-54932023000100169&script=sci_arttext

Castro, M. (2014). Epistemología, paradigmas y modelos; tres conceptos esenciales para la discusión del objeto de estudio de la disciplina de Trabajo Social. Castro et al.(Eds.), 19-34.

Cruz Sandoval, G. E. y Hernández Molina, J. C. (2021). Expresiones de violencia de género en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Licenciatura de Trabajo Social, 2017.

De Robertis, (2003). Fundamentos del Trabajo Social: Ética y metodología. Universitat de Valencia Nau Libre.

de Romero, J. C. G. (2022). El Trabajo Social y la Psicología: un binomio cooperativo en las relaciones humanas. https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia/article/view/4392

Escalada, M. (1986). Crítica a los Métodos de la Reconceptualización del Trabajo Social. Tegucigalpa, Guaymuras.

FITS (2014). Nueva definición global de trabajo social. Melbourne (Australia)

Gallo de Castro, M. (2023). Violencia de género en adolescentes: intervención del Trabajo Social. https:// uvadoc.uva.es/handle/10324/62527

Gayone, V. y González, C. (2023). Interrogantes acerca de las demandas de intervención social en contextos de guardia hospitalaria: una mirada desde el trabajo social. http://kimelu.mdp.edu.ar/ handle/123456789/512

Gómez Pérez, A. (2023). Trabajo social y violencia de género: importancia del trabajador social en la prevención e intervención encasos de violencia de género. https://uvadoc.uva.es/handle/10324/59888